Desde ahora es obligatorio analizar a todos los animales mayores de 30 meses, vayan o no al consumo humano, cuando antes sólo había que analizar los destinados a consumo. Además, se extiende a los animales mayores de 24 meses considerados de "especial riesgo", caso de los fallecidos en granja, la obligación de ser analizados.

Con el aumento de los análisis,"es previsible que haya un aumento de casos", afirmó Badiola, quien indicó que "vamos a tener la auténtica fotografía de la enfermedad, porque no hay ningún modo de eludir los test".

Sin embargo, Badiola cree que no se van a detectar tantos casos como en los primeros meses de aparición en la enfermedad. En su opinión, muchos ganaderos, ante la obligación de tener que analizar todos los animales, han decidido adelantar la muerte de alguna de sus reses para evitar tener que someterlas a los test y eludi, si se diese algún caso positivo, el sacrificio de todos los animales de la granja.

Según Badiola, los ganaderos han aprovechado este tiempo para sacrificar a los animales no destinados al consumo humano, que hasta ahora no tenían que analizarse obligatoriamente.

El presidente del Consejo de Colegios Veterinarios resaltó la importancia de que la Comisión Europea permita ya que no se sacrifiquen todos los animales de una granja si se detecta un caso positivo.

La Comisión obliga a sacrificarla cohorte de edad de la vaca enferma, es decir, a los animales que tengan los mismos años que el animal que haya dado positivo, y a los que tengan uno más o uno menos.