Ahora, la Unión Europea va a someter a las grasas de vacuno utilizadas en la elaboración de alimentos para personas a los mismos controles que las grasas empleadas para fabricar piensos por una razón preventia.

"Las grasas, normalmente, no portan agentes causales (de la enfermedad)", manifestó hoy Badiola a Radio Nacional. "Está planteándose que las grasas de origen animal pudieran eventualmente portar algunos restos protéicos. Por eso se recomienda filtrarlas y últimamente se recomienda esterilizarlas, es decir, eliminar los agentes causales con un tratamiento específico a presión y temperatura".

"Es una medida precautoria que no está mal", añadió, "pero en principio no quiere decir que hasta ahora,si no se ha hecho, exista un riesgo alto de contraer la enfermedad, en absoluto".

Respecto a las declaraciones del presidente del Comité Británico de EET, Peter Smith, principalmente su decisión de no comer carne desde 1990, Badiola reconoció que, dicho así, produce alarma, pero cree "que hay también una postura filosófica".