En declaraciones a Servimedia, Badiola aseguró que el laboratorio que dirige examina en la actualidad "bastantes" casos de posible enfermedad llegados de toda España, aunque, hasta la fecha, sólo se han confirmado dos y se está a la espera de ratificar otros dos, deectados en León.

El responsable del laboratorio ubicado en Zaragoza vaticinó que "habrá más casos", ya que, a su juicio, sería "muy raro" que sólo se encontraran dos vacas con la Encefalopatía Espongiforme Bovina en nuestra cabaña.

"Hay que esperar seis meses para ver los casos que aparecen en España. Si fuera un número moderado, seguiríamos en la tesis de que son casos aislados, pero, de lo contrario, sería una epidemia y tenemos que estar preparados", reflexionó.

Badiola justificó su previión en el hecho de que, desde hace unas semanas, se están examinando los animales muertos en las granjas, que antes no se estudiaban, por lo que "es más fácil que aparezcan algunos casos".

SOLUCION

Badiola insistió en que lo más importante es continuar la investigación para conocer con exactitud el origen de la enfermedad, que algunos expertos y un detallado informe británico han achacado al consumo de harinas de origen animal.

"Lo que a mí me preocupa es saber cuál es la causa que provoca la efermedad", dijo, antes de apuntar a la teoría de que la enfermedad podría provenir de una predisposición genética en algunos animales a desarrollar este mal, al igual que ocurre con las ovejas.

Finalmente, se mostró sorprendido por el enterramiento masivo de reses en Galicia y recordó que, desde el pasado 1 de enero, este tipo de prácticas están prohibidas y todos los animales muertos deben ser analizados.