En declaraciones a Servimedia, Badila afirmó que "en este caso creo que es mejor ir sobre seguro que tomar decisiones precipitadas, sobre todo teniendo en cuenta lo que ha pasado en Galicia. Esas situaciones dan peor imagen, por intentar hacer las cosas muy bien, y al final es peor el remedio que la enfermedad".

El enterramiento en las propias explotaciones "es una medida compleja" y "muy difícil de ejecutar" que se enfrenta a "una larga tradición y las tradiciones son difíciles de cambiar, es decir, los ganaderos hasta ahora se deshacan ellos mismos de los cadáveres de sus explotaciones, y ahora cambiar eso de golpe primero implica tener todo un sistema de recogida, que es complicado poner en marcha, y sobre todo, es complicado poner en marcha de inmediato", apuntó.

"El problema es que estas medidas se han adoptado realmente, en términos prácticos, a primeros de diciembre, con una Navidad por medio. El 1 de enero es difícil que se ejecuten al cien por cien esas medidas", explicó el catedrático.

Sobre la necesidad de incluir e los materiales específicos de riesgo (MER) la columna vertebral de las vacas, como está estudiando el Gobierno y la Unión Europea, el director del centro de referencia manifestó que "si se tomara esta decisión sería basada, fundamentalmente, en el riesgo hipotético de que la extracción de la médula espinal, la parte nerviosa, no se hiciera absolutamente bien en todos los mataderos de Europa".

"Porque efectivamente plantea algunos problemas, porque hay que hacer un corte a la columna vertebral, hay qu extraerla manualmente (la médula) o por absorción. Si se hacen buenas prácticas sí que no hay ningún problema", afirmó, aunque, en su opinión, el Comité Científico europeo podría considerar que quedan "eventualmente restos de médula espinal" y decidir que se destruya también la columna vertebral.