Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados para contestar a una interpelación del rupo Socialista, Arias Cañete defendió la política del Gobierno español en el asunto de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) y, para ello, relató las medidas tomadas para prevenir la transmisión del mal.

Destacó que España cuenta actualmente con 5 plantas de tratamiento de los residuos cárnicos que pueden transmitir la enfermedad (Mercancías Específicas de Riesgo) con capacidad para tratar 86.000 toneladas de desechos cárnicos cada año, cuando la producción en España es de 60.000 toneladas anuals.

No obstante, reconoció que la prohibición de las harinas animales y la ampliación de los desechos considerados como peligrosos hará aumentar la cantidad a tratar.

Por ello, aseguró que se necesitarán nuevas plantas de tratamiento y nuevos vertederos controlados, por lo que reiteró su solicitud de colaboración a las comunidades autónomas, para que busquen ubicación a estas instalaciones.

Finalmente, aseguró que el Gobierno potenciará también la dotación de 17 laboratorios para análisis de eses, uno en cada autonomía.

DONACIONES DE SANGRE

Por su parte, el portavoz de Agricultura del PSOE, Jesús Cuadrado, aseguró que es necesario un plan urgente para el tratamiento de los residuos que, según dijo, permanecen actualmente sin ser retirados de los mataderos. "Es necesario un plan nacional de transporte y control de las mercancías de riesgo, aunque sea caro", insistió.

El PSOE solicitó también la potenciación de los laboratorios, un avance en el etiquetado de la carne y, sobre todo, mdidas económicas urgentes para el sector de la ganadería de vacuno, gravemente afectado por la crisis.

Por su parte, el portavoz de IU, Francisco Frutos, pidió que no se sacrifique ninguna res de menos de 30 meses, puesto que sólo a esa edad se sabe fielmente si es portadora del mal y, como novedad, pidió que se prohiban las transfusiones de sangre en España para personas que hayan permanecido en el Reino Unido más de 6 meses desde 1986.

Además, tanto el PSOE como el portavoz de Agricultura de Ci, Ramón Companys, arremetieron duramente contra la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, por hablar de mataderos ilegales y de que la carne de bajo precio no es fiable, y le pidieron que no alarme a los consumidores con estas declaraciones.

Finalmente, el portavoz de Economía del PP en el Congreso, José Madero, defendió la "absoluta transparencia" del Ministerio de Agricultura en su tratamiento de este asunto y recordó que España cumple la prohibición de alimentar con harinas animales a los rumiantesdesde hace mucho tiempo y también con la obligación de separar los residuos que pueden transmitir el mal de las "vacas locas".