VACAS LOCAS. UNOS 100.000 TOROS DE LIDIA MUERTOS EN CORRIDAS SERAN CONSIDERADOS COMOMATERIAL DE RIESGO EN 2001
- No se podrá consumir carne de toro, que será directamente trasladada a las incineradoras
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Los más de 100.000 toros de lidia que serán sacrificados en los más de 17.000 festejos taurinos de la temporada que está a punto de comenzar serán considerados, nada más morir en la plaza, como Material Específico de Riesgo (MER) de transmitir la enfermedad de las "vacas locas", por lo que serán directamente incinerados y no se podrán dedicar al consumo, omo se hacía hasta ahora.
Según relataron a Servimedia diversas fuentes del mundo del toro, esta decisión será acordada mañana por la Comisión Sectorial de Asuntos Taurinos que, además, defenderá el uso de la puntilla y el descabello en los festejos, porque estos usos no tienen ningún riesgo de transmitir la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), ni incumplen normativa comunitaria sobre manejo de reses vacunas.
La polémica ha surgido en cómo tratar la carne de los toros muertos en las plazas, pesto que se trata de reses de más de 30 meses que, para pasar a la cadena alimentaria, tendrían que ser obligatoriamente sometidos a los test "prionics" de detección de la enfermedad.
Dado que la carne de toro está "fatigada" por la lidia, según la denominación de los expertos, no puede permanecer mucho tiempo congelada a la espera del resultado del test, por lo que se ha optado por destruirla.
Además, se evita el riesgo de destapar algún caso positivo de "vacas locas" en la cabaña taurina que, iremediablemente, podría conducir al sacrificio de la ganadería en la que viviera el animal.
Por otra parte, la dispersión de los festejos por toda la geografía nacional y, en ocasiones en plaza portátiles y sin medios para la congelación o el despiece correcto del animal -siguiendo la normativa comunitaria-, han aconsejado a los expertos tomar la medida de destruir toda esta carne, a pesar de su fama y prestigio en la mesa de muchos restaurantes españoles.
2.500 MILLONES
Ahora bien, dado que elprecio de la carne supone un 10% del coste del animal utilizado para la lidia, los ganaderos y dueños de las plazas de toros han calculado que la pérdida de este ingreso adicional significará unos 1.500 millones de pesetas, sólo en la próxima temporada.
Este dinero ha sido solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que estudia en la actualidad cómo hacer frente al citado gasto. Los ganaderos y propietarios de plazas exigen también que la Administración se haga cargo del traslado delos toros muertos a las incineradoras.
En este sentido, como ocurre con el resto de ganado vacuno mayor de 30 meses que debe ser incinerado por el riesgo de tener la enfermedad, el gasto del transporte corre en un 33% a cargo del Gobierno central, otro 33% a cargo del Ejecutivo autonómico y el 33% restante por cuenta de los afectados.
Esto podría suponer un coste adicional de otros 1.000 millones de pesetas, dada la dispersión de plazas y la abundancia de festejos, que alcanzan los 17.000 en una emporada habitual.
FIESTA, A SALVO
En cuanto al desarrollo en sí de la fiesta nacional, según las fuentes consultadas está a salvo, puesto que no incumple normativa comunitaria sobre manejo de reses.
De hecho, la Comisión Taurina, de la que forman parte los ministerios de Sanidad, Agricultura e Interior, además de expertos veterinarios y gente del mundo del toro, defenderá la utilización de la puntilla y el descabello, puesto que no supone riesgo para la transmisión de la enfermedad, máxime cuado ahora se destruirá toda la carne.
Con esta decisión, a partir de esta temporada, los tradicionales desolladeros de las plazas de toros o el típico camión frigorífico que retiraba las reses muertas en los festejos taurinos perderán su utilidad y dejarán paso al camión de carga que trasladará los toros a las incineradoras.
(SERVIMEDIA)
21 Ene 2001
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