Por contra, el presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, será designado con toda probabilidad presidente de UPN, en sustitución de Jesús Aizpún. Rafael Gurrea, vicepresidente del Ejecutivo navarro, volverá a ocupar el cargo de secretario general de la formación.

Los 3.000 afiliaos de UPN, que se espera acudan al pabellón Anaitasuna de Pamplona, deberán elegir el próximo domingo, de un total de 257 delegados, a los que accederán a los órganos directivos del partido. De ellos, 60 optarán a uno de los 21 puestos del Comité Ejecutivo y 181 a uno de los 75 del Consejo Regional.

Al margen de la renovación de cargos, no se esperan grandes discrepancias en las tres ponencias (programática y estratégica, de organización y estatutos y económica y social) que serán debatidas y aprobada mañana sábado. UPN, según su ponencia política, sigue definiéndose como un partido centrista y defensor de la identidad de Navarra.

En este sentido, Miguel Sanz señaló que el congreso se presenta "tranquilo, abierto a todos los militantes y estable", al tiempo que recordaba que no espera "grandes sobresaltos, porque las únicas discrepancias que se dan son por algunos cargos".

Además, Sanz calificó su partido como "centrado y que representa social y políticamente a la mayoría de los ciudadanos deNavarra".