La AUC presentó una reclamación ante el jurado de Autocontrol de la Publicidad contra este "spot", argumentando que suponía un tratamiento inadecuado de la imagen del meor, pudiendo afectar a su protección, dignidad y buen trato.

La asociación consideraba también que, aunque en un contexto humorístico, el mensaje publicitario mostraba una conducta imprudente, negligente y hasta cierto punto agresiva para con los menores y todo ello suponía un incumplimiento de diferentes normas que regulan la publicidad en general, la publicidad televisiva en particular y la protección del menor.

El jurado de Autocontrol desestimó esta reclamación apoyándose precisamente en el tno humorístico del anuncio y en "la propia reacción sonriente del bebé protagonista" al recibir el rociado de leche.

En una nota de prensa, Usuarios de la Comunicación señala que "ahora, la decisión de Calvé ha venido a dar la razón a AUC, decisión adoptada seguramente como reacción a la iniciativa del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid de recabar información sobre dicho anuncio ante las quejas recibidas, considerando que esta publicidad denotaba la falta de cuidado de la madre y una absolut falta de respeto al menor".