Para el secretario general de US, Manuel Zaguirre, la aprobación del proyecto de Ley de Huelga "es una nueva provocación del Ejecutivo a los sindicatos y trabajadores ante la huelga general de media jornada del próximo día 28".

Zaguirre considera que "es una coincidencia que un proyecto de ley que ha sido como el Guadiana, apareciendo y desapareciendo a lo largo de los últimos años, casualmente ante el 28-M el Gobierno le dé el visto bueno para su aprobación parlamentaria".

En opinión del máximo responsable de USO, sindicato qu apoya la convocatoria del día 28, el Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de Huelga para "tratar de coaccionar psicológicamente a los trabajadores".

El secretario general de USO considera que "son ya demasiadas las provocaciones por parte del Gobierno. Primero, la 'ley Corcuera', después el 'decretazo', el Plan de Convergencia, la comparecencia demagógica y falsa del presidente y, finalmente ayer, la aprobación del proyecto de Ley de Huelga, todo un record para un solo Gobierno".

FALTA DE ETICA Por su parte, el sindicato CSI-CSIF hizo público un comunicado en el que censura la forma "tan sorprendente" con que el Gobierno ha aprobado la nueva regulación del ejercicio del derecho de huelga.

A juicio de los responsables de este sindicato, "nuevamente la falta de ética político-social del actual Ejecutivo hace pensar que en lugar de actuar de forma consensuada, cualquier modificación que afecte a todos los trabajadores la van a realizar de una forma unilateral".

CSIF, que ha dado plena ibertad a sus afiliados y estructuras sectoriales y provinciales para secundar o no la huelga del día 28, entiende que "actuaciones como la del Gobierno con la Ley de Huelga no contribuyen a la paz social".

Por ello, señala que se pondrá en contacto con los grupos parlamentarios para intentar modificar a través de ellos lo sustancial del proyecto de Ley de Huelga.

Los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO reaccionaron ayer también con indignación a la aprobación del proyecto de Ley de Huelga, considrándolo una "provocación" a los trabajadores y sindicatos, al no haberse aceptado las propuestas sindicales realizadas al respecto.