USAR EL TELÉFONO MÓVIL EN ZONAS DE BAJA COBERTURA PUEDE RESULTAR PERJUDICIAL PARA LA SALUD
- La proliferación de antenas con menos potencia podría disminuir los riesgos
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El uso del teléfono móvil en zonas de baja cobertura, como aparcamientos, sótanos o ascensores, puede resultar perjudicial para la salud, porque en esos casos el celular hace un mayor esfuerzo de potencia y emite más ondas nocivas.
Así lo ha manifestado hoy el ex subdirector general de Sanidad Ambiental y Salud Laboral del Ministerio de Sanidad y Consumo, Francisco Vargas, en el marco de la presentación de un informe de la Organización Mundial de Salud (OMS) a propósito de los efectos sobre la salud de la exposición a los campos electromagnéticos.
Según aseguró Vargas, los niveles de exposición a los campos electromagnéticos de las antenas de telefonía móvil a los que estamos expuestos cuando salimos a la calle están "muy por debajo de los considerados como seguros por la OMS, la UE y el Ministerio de Sanidad y Consumo".
"Todos los estudios que se han hecho hasta ahora demuestran que no hay ningún tipo de riesgo para la salud en este sentido", agregó.
Sin embargo, el epidemiólogo sí reconoció que no es aconsejable utilizar los celulares en zonas de baja cobertura, donde la energía se ve obstaculizada por el cemento y la señal no llega con facilidad al receptor.
Por este motivo, explicó que "cuantas más antenas con poca potencia haya, mejor": "Si hay pocas antenas, la potencia emisora tanto del receptor del aparato celular como de la antena, tiene que ser mayor para que haya buena comunicación".
En este sentido, lamentó las críticas de aquellos que solicitan alejar las antenas de estaciones base transmisoras de telefonía móvil. "Si alejamos las antenas, hay más riesgo porque hay más potencia de emisión".
Además de referirse a los efectos de las estaciones y redes inalámbricas, también comentó otras repercusiones que igualmente se desprenden del análisis de la OMS, esto es, los efectos sobre los niños y la hipersensibilidad a los campos electromagnéticos.
Así, reconoció que de algunos estudios se desprende que dado que el niño está en fase de crecimiento, lo que le convierte en un ser más vulnerable, y está expuesto a ondas electromagnéticas, como medida de precaución se recomienda que no estén en contacto con el aparato mucho tiempo, a pesar de que la energía que transfieren luego se disipa. "Todavía no conocemos los efectos a largo plazo".
Por su parte, el coordinador de la Unidad de Radiación y Salud Medioambiental de la OMS, Michael Repacholi, añadió a este respecto que "se necesitan más investigaciones" pero que actualmente "no hay efectos determinados".
En cuanto a las personas más sensibles, Vargas señaló que pueden manifestar un síntoma físico, biológico o psicológico por exposición a campos electromagnéticos. "Aun así, añadió, todavía no está demostrado".
Por último, reivindicó la transmisión de una información objetiva y transparente a la sociedad en el uso de la tecnología celular y sus riesgos, y abogó por un uso razonable e inteligente del móvil. "No se debe estar muy cercanos a la fuente de emisión".
(SERVIMEDIA)
13 Oct 2005
V