Tras indicar que la sociedad vasca exige de forma mayoritaria la desaparición de ETA, agregó que lo primero es "alcanzar la pacificación, y posteriormente abordar lo que es un proceso de normalización política, para resolver un problema político sin que esté contaminado por la violencia".

Pese a reconocer que existe un ambiente de esperanza, advirtió de que procesos de paz de este tipo "suelen ser complejos" y no se producen "de la noche a la mañana".

El dirigente del PNV afirmó, en declaraciones a la Ser, que las formaciones políticas y los agentes sociales deben trabajar "desde la prudencia, desde la cautela, desde la discreción", con el fin de conseguir que "ETA sea consciente de que no tiene ningún asomo de apoyo social en lo que pueda ser su expresión violenta".

Respecto a la actitud del PP, Urkullu confió en que se sume finalmente a este proceso, "pese a que en estos momentos siga instalado todavía en lo que fue el discurso del ministro del Interior Mayor Oreja y en lo que fue el discurso también del propio presidente Aznar, en aquel momento del año 98 o 99 en el que hablaron de tregua-trampa".

"Yo espero que el Partido Popular sea consciente de que se queda absolutamente solo si no apoya cualquier intento de llegar a una solución desde una situación de ausencia de violencia", indicó.

A su juicio, "el PP sabe también que si quiere trabajar en la sociedad vasca, la sociedad vasca le exige, como nos exige a todas las formaciones políticas, impulsar los procesos de paz".