"Lo que resulta evidente es que el tiempo va pasando y estos artefactos y sus consecuencias además de enrarecer el ambiente, hacen poner en duda la credibilidad de que en el plazo de dos o tres meses vendrían decisiones importantes. Todavía están a tiempo pero se les esta acabando", según un comunicado del PNV.

En ningún caso, subrayó Urkullu, el PNV admitirá que "condicionen las ansias de paz de la sociedad vasca que exige, además, que los principales protagonistas ETA, primero, y el Estado, den los pasos necesarios" añadió.

El dirigente peneuvista apuntó que les preocupa la colocación, de forma continuada, de artefactos por parte de la banda terrorista ETA, no sólo por "el signo de amenaza y coacción, sino por el riesgo que entrañan" para las personas. Además, manifestó la repulsa por "los daños morales y materiales que estos artefactos provocan".