Tan sólo las comunidades autónomas del norte de España superan con creces la media nacional, siendo significativo el caso de Asturias, con el 37,22%; Galicia, con el 36,57%; País Vasco, con el 34,14%, y Cantabria, con el 33,78%.

Por el contrario, la afiliación de mujeres a este régimen de la Seguridad Social se queda muy por debajo de la media nacional en Melilla, con el 26,80%; Castilla-La Mancha, con el 28,86%, y Extremadura, con el 29,69%.

Hay que destacar el caso de la Comunidad de Madrid, donde las mujeres autónomas no superan a la media nacional (30,43%),y el de Andalucía (30,89%) y Comunidad Valenciana (31,72%) que, pese a que llevan todo el año con un crecimiento "imparable" en el número de trabajadores que se dan de alta como autónomos, el índice de mujeres sigue siendo menor a la media.

Por ello, UPTA cree que la mayor presencia de mujeres en el trabajo autónomo y en la iniciativa emprendedora debe de convertirse en un objetivo básico de la acción social y de la Administración Pública.

"Para ello, será necesario fomentar más las medidas de apoyo al autoempleo femenino dentro de los planes de Fomento del Trabajo Autónomo que se están elaborando en diversas comunidades autónomas", señaló Sebastián Reyna, secretario general de UPTA España.

Estas medidas deben tener un carácter específico dirigido en especial a las mujeres que realizan su actividad de forma independiente, frente al concepto habitual de pyme.

De hecho, el 73,9% del total de mujeres autónomas no tienen empleados a su cargo, mientras que las microempresarias con hasta seis trabajadores son el 22,85% del total, frente al 3,21% que tienen pequeñas o medianas empresas.