Con la aprobación del dictamen por parte del CES, agrega UPTA, "se disipan las dudas sobre la pretendida oposición frontal a este texto que parece mantenían algunos agentes sociales, aunque mantengan algunas observaciones parciales compartidas en algún caso".

UPTA coincide con la posición del CES de que la regulación del trabajador autónomo económicamente dependiente no debe tener efectos en la actual composición del mercado de trabajo, pero considera que el texto actualmente propuesto marca perfectamente las fronteras entre la relación civil y mercantil y la laboral y delimita claramente el carácter de dependientes de algunos trabajadores autónomos.

De esta forma, agrega UPTA, más de 300.000 trabajadores autónomos, que realizan con autonomía funcional sus actividades, pero dependen económicamente casi en exclusiva de una empresa, verán mejoradas sus condiciones contractuales y saldrán del ostracismo a los que unos y otros les han mantenido hasta la fecha.

También las empresas tendrán mayor seguridad jurídica a la hora de hacer uso de servicios mercantiles, ya que, opina UPTA, "difícilmente podrá reclamarse la laboralización de los mismos si realmente responden a su carácter mercantil y a la voluntad de las partes".