Cardenal fue nombrado fiscal general del Estado el pasado mes de mayo de 1997, si bien mantiene su puesto al frente de la Fiscalía del País Vasco, plaza que lleva consigo un piso oficial en Bilbao, que Cardenal abandonó tan sólo hace unas semanas, después de las denuncias de varias organizaciones de fiscales.

La UPF pie a Cardenal que, puesto que tiene interés directo en la causa -al tener la plaza en reserva-, se abstenga de su función de convocar este puesto y delegue en el teniente fiscal del Tribunal Supremo para que sea éste quien proceda, con arreglo a derecho, a resolver si resulta pertinente convocar y cubrir la mencionada jefatura.

Los fiscales progresistas apuntan que incluso podría convocarse la plaza con carácter temporal, reservando la titularidad de la misma a Jesús Cardenal, mientras continúe ocupand el puesto de fiscal general del Estado.