Por comunidades autónmas, la organización agraria calcula las pérdidas ocasionadas en Castilla y León por los últimos temporales en unos 25.000 millones de pesetas, y otro tanto en Andalucía, especialmente en Córdoba, donde los daños se cifran en torno a los 15.000 millones, debido a una pérdida de entre el 30 y el 40% de la producción del olivar.

En Extremadura, el impacto de las tormentas podría situarse en unos 18.000 millones de pesetas, 11.000 millones en Badajoz y unos 7.000 en Cáceres.

La UPA considera la situción generada muy grave y excepcional, ya que se trata del "verano más tormentoso del siglo", por lo que anuncia que pedirá "un tratamniento excepcional mediante ayudas por parte de la Administración, para compensar dichas pérdidas, ya que la vía de los seguros agrarios no será suficiente en muchos casos para paliar los desastres ocasionados".

Según la organización agraria, la extensión de los daños ha sido general, porque se trata de puntos concretos los que han sido afectados, pero están repartidos or toda la geografía española, y con "efectos sobre los cultivos muy destructores, dado lo avanzado de muchas producciones".

Para UPA, cabe destacar los daños en cultivos herbáceos, especialmente en Castilla y León, donde la recolección se ha retrasado debido a la climatología de la presente campaña.

Los productos hortofrutícolas también se han visto muy dañados, con pérdidas casi totales en las zonas afectadas, y especialmente en Aragón y Cataluña; mientras que en Badajoz, la reducción de la coscha de tomate por las tormentas se estima en torno al 40%.

El olivar, prosigue UPA, ha sufrido pérdidas importantes en Andalucía -especialmente Córdoba- y en Extremadura. Por su parte, los viñedos se encuentran entre los cultivos más afectados por lo avanzado de la campaña, sobre todo en zonas concretas de Castilla y León y numerosas áreas de La Mancha y Andalucía.