Ramos, que dirige la organización mayoritaria entre los granjeros de aves, afirmó en rueda de prensa que "no entendemos cómo sobre algo que no existe una base científica se puede crear una alarma".

Los productores están dispuestos a colaborar en todas las medidas de bioseguridad en las granjas anunciadas, medidas que según Ramos ya se estaban cumpliendo, así como a las que puedan venir en el futuro.

Asimismo, UPA pide al Gobierno que ponga en marcha una campaña informativa sobre los verdaderos riesgos de la enfermedad y que neutralice "las alarmas injustificadas que se están produciendo".

Según Ramos, en caso de que llegara la gripe aviar a España se trataría de un problema de sanidad animal, con riesgo para las personas que pudieran estar en contacto con las aves, sea en granjas o en casas particulares, pero en ningún caso habría un problema de consumo porque la gripe no se transmite al comer carne de ave o huevos bien cocinados.

"Actualmente no tenemos ningún problema, queremos trasladar seguridad, confianza, queremos ser absolutamente transparentes y esa campaña tiene que explicar claramente cuáles son los métodos de producción de nuestro país", apuntó.