En este sentido, acusó a mataderos y empresas de distribución de estar financiándose con las pérdidas de los ganaderos, estimadas por la organización agraria en unos 1.000 millones de pesetas.

En la lonja de Madrid, el precio del conejo en los seis primeros meses de 1995 alcanzó un máximo de 210 pesetas por kilo vivo, mientras que en numerosas ocasiones ha estado por debajo de las 170 pesetas.

UPA ha constituido una comisión gestora para solucionar este problema. Entrelas acciones a adoptar, la organización agraria se presentará en la lonja de Madrid y presionará para conseguir que ésta se constituya como "lonja única", para así eliminar intermediarios entre productor y matadero.