Según informóhoy la Jefatura Superior de Policía, minutos antes de las cuatro de la madrugada una empresa privada de alarmas comunicó al 091 que había saltado la correspondiente a la sucursal bancaria.

Inmediatamente fueron alertados los vehículos policiales de la zona y los servicios especiales correspondientes. Pese a que externamente no se observaba ninguna señal de fuerza en los accesos a la oficina, los agentes entraron en el banco acompañados por un responsable de seguridad de la empresa.

Tras inspeccioar el patio de operaciones y los distintos despachos, sin observar ningún signo de violencia, los policías entraron en la cámara acorazada, donde descubrieron un orificio de 40 centímetros de diámetro en una de las paredes.

El boquete comunicaba directamente con la red de alcantarillado, vía utilizada por los delincuentes, cuyo número de desconoce, para acceder al banco y huir al dispararse la alarma.

En su precipitada huida, los ladrones dejaron abandonados cuatro lanzas térmicas, un soplete, do pistolas soldadoras, una botella de oxígeno y una bombona de gas butano, además de otras herramientas.

Los responsables de la agencia bancaria solamente echaron en falta medio millón de pesetas en moneda fraccionaria que estaban depositadas en una pequeña caja de seguridad.

Funcionarios especializados de la Brigada de Policía Judicial se han hecho cargo de las investigaciones para tratar de localizar a los "butroneros".