Según informó hoy la Dirección General de la Policía, la sustracción d los documentos fue denunciada hace meses por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria.

Los papeles, que constituyen las Ordenanzas de la villa de Potes, se encontraban en el Archivo Municipal de Potes y las últimas personas que los habían manejado eran un grupo de documentalistas e historiadores que estaban elaborando estudios sobre la citada población.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que los documentos sustraídos podrían estar en poder de un profesor autor de numerosos scritos y artículos sobre Cantabria. El sospechoso, requerido por la policía, entregó los papeles tras prestar declaración y está a la espera de que se le juzgue por estos hechos.