Según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, la víctima encontrada en Suiza es Cabrera Gil, quien tenía una peluquería de su propiedad en la calle Galcerán, de la capital tinerfeña, y era padre de dos niños.

Al parecer, los familiares más cercanos se han trasladado a Suiza para reconocer el cadáver y ocuparse de los trámites para repatriar el cuerpo.

Aunque no se ha producido una confirmación oficial, parece ser que Leopoldo es la persona cuya esposa denunció su desaparición el pasado jeves. La mujer comunicó a la policía su sospecha de que su marido era una de las personas que participaron en el rito que acabó con la muerte de los seguidores del Templo Solar.

Varios destacados miembros de esta organización habían recalado en Tenerife desde hacía años para trabajar en sus tareas de proselitismo y contactaron con distintos grupos de personas, sobre todo en el sur de la isla.