Juan Salvador utilizaba un invernadero de flores de su propiedad, situado en la localidad gaditana de Chipiona, como infraestrutura para transportar el hachís a Holanda, después de adquirirlo en Marrucos.

Su negocio, que tenía carácter internacional, le permitía desplazarse sin despertar sospechas y hacer llegar la droga a Holanda por carretera, mediante grandes camiones de transporte.

Con sus operaciones, según Vigilancia Aduanera, había convertido a España en un importante "puente de paso" de la droga y establecido una línea comercial que unía Marruecos, Cádiz y Holanda.

Por otro lado, la gran cantidad de droga decomisada en la operación de ayer (diez toneladas) está provocando problems a las autoridades. Su destrucción ha sido aplazada, debido a que han tenido que buscar un horno con la capacidad adecuada.

La droga será quemada en el horno crematorio de Ubrique, en Cádiz, que puede incinerar entre 2.000 y 2.500 kilos al día y contamina menos que el instalado en la capital de la provincia.