Gaza
Uno de cada tres menores de dos años sufre desnutrición en Gaza, según Save the Children
- La ONG considera una “tragedia indescriptible” la muerte de siete trabajadores de World Central Kitchen en un ataque israelí
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Un total de 346.000 menores de cinco años viven en Gaza y se encuentran en riesgo de desnutrición, y se calcula que uno de cada tres años menores que residen en el norte de la Franja sufre actualmente emaciación, la forma más grave de desnutrición.
Así lo puso de manifiesto este martes The Global Nutrition Cluster, un grupo de organizaciones humanitarias entre las que se encuentra Save the Children, según informó esta última entidad.
Del total de la población gazatí, los 346.000 menores de cinco años son lo que tienen más riesgo de desnutrición “a medida que la situación, ya de por sí catastrófica, se deteriora rápidamente en todo el territorio".
En ese sentido, se calcula que uno de cada tres años menores que residen en el norte de la Franja sufre actualmente emaciación, la forma más grave de desnutrición, hasta el punto de que sus familias denuncian que los chavales presentan una gran pérdida de peso, debilidad y grietas en la piel.
Ante esta situación, Save the Children alertó de que “los niños y niñas desnutridos de Gaza no están recibiendo los alimentos y la atención médica que necesitan para sobrevivir debido al bloqueo de los alimentos y a la destrucción del sistema sanitario”.
La ONG de protección a la infancia atestiguó que los menores desnutridos requieren “urgentemente” alimentos ricos en nutrientes y fáciles de consumir, medicamentos básicos, instalaciones sanitarias y personal médico formado susceptible de detectar y tratar la desnutrición.
DIARREA
Save the Children explicó que cuando la desnutrición aguda grave se afianza en su organismo los menores de edad suelen desarrollar otras enfermedades, como la diarrea, “potencialmente letales”. Esta dolencia, según la entidad, “está muy extendida en la Franja de Gaza debido a los desplazamientos masivos y a las condiciones antihigiénicas exacerbadas por la destrucción de las infraestructuras sanitarias”, llegándose a dar a casos de recién nacidos y de bebés de seis meses que sufren diarrea.
El personal de Save the Children transmite casos de niños que están perdiendo entre un 50% y un 60% de peso, cuyas “interacciones básicas y su comprensión de las cosas se han visto realmente afectadas por el hambre”.
Ante esta situación, la ONG señaló que el “tratamiento precoz” resulta “fundamental” para el tratamiento de la desnutrición y para evitar que los chavales tengan secuelas de por vida, en forma de retraso en el crecimiento físico y deterioro cognitivo.
Save the Children denunció que Israel “retrasa y deniega la entrada de suministros vitales que podrían utilizarse para tratar a los niños y niñas desnutridos” durante días, semanas y meses”, llegándose al extremo de negar “totalmente” la entrada de botellas de oxígeno, ventiladores y purificadores de agua.
En ese sentido, advirtió de que los lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria “no pueden eludir” las referidas restricciones, puesto que “la asistencia especializada que necesitan los niños y niñas desnutridos no puede lanzarse, y el consumo de los tipos de alimentos que pueden lanzarse puede poner en peligro la vida”.
A su vez, expuso que los ataques perpetrados contra los trabajadores humanitarios y la distribución de alimentos provocan que “la entrega de ayuda sea insegura”, lo que “restringe aún más una respuesta humanitaria ya de por sí paralizada”.
WORLD CENTRAL KITCHEN
Esto le sirvió para calificar como “una tragedia indescriptible” la muerte de siete trabajadores de World Central Kitchen en un ataque israelí, máxime cuando la labor de los trabajadores humanitarios en Gaza es “vital” y está amparada por el derecho internacional humanitario. “El patrón de ataques contra los trabajadores humanitarios es un ultraje”, aseveró.
El director del Territorio Palestino Ocupado de Save the Children, Xavier Joubert, puso de manifiesto que se está produciendo “una aniquilación del bienestar físico y mental de los niños y niñas de la Franja”, como lo evidencia el “ritmo al que han sido empujados al aborde de la muerte -y más allá- en los últimos seis meses”.
Reseñó que “el hambre nunca debe utilizarse como arma de guerra” y apostilló que “ya han muerto 27 niños por inanición y enfermedad”, por lo que “si el mundo no actúa ahora, incontables niños y niñas más se sumarán a esa cifra”.
Por último, exigió que el alto el fuego temporal reclamado por el Consejo de Seguridad de la ONU “debe aplicarse ahora y mantenerse definitivamente” y concluyó reiterando al Gobierno de Israel que “debe permitir la entrada en la Franja de Gaza de equipos médicos, suministros y medicamentos que salven vidas para evitar que más niños y niñas mueran a causa de la desnutrición y las enfermedades”.
(SERVIMEDIA)
02 Abr 2024
MST/clc