La mayoría de los mayores (44,9 por ciento) confiesa que se va a vivir a una residencia "obligado por las circunstancias", el 31,4 por ciento por iniciativa propia y el 23,7 por ciento dice que cambia de domicilio "asumiendo la decisión de otras personas".

El informe revela una alta adaptación de los residentes al centro, en torno a un 95 por ciento del total asegura sentirse a gusto. Sin embargo, hay un número alto de personas con rasgos de ansiedad y desorientación.

Según informó hoy el Gbierno en un comunicado, las conclusiones del informe han permitido al IMSERSO elaborar una serie de "Protocolos de prevención de incapacidad", que, tras su aplicación, no sólo evitarán o retrasarán la aparición de la incapacidad de los residentes, sino que aportarán datos para tratar el Alzheimer, la depresión, el insomnio o determinadas demencias.