En Guatemala y El Salvador, según informó la ONG, los hogares donde la mujer es cabeza de familia son el 39% y el 32% del total, respectivamente.

Asimismo, Intervida explicó que las mujeres se ven especialmente afectadas por las desigualdades salariales que persisten entre los países en desarrollo y los países desarrollados. Mientras en América Latina las mujeres cobran un 32% menos que los hombres, en Europa disminuye salarial en un 17%, cobrando ellos un 15% más que ellas.

Según Intervida, "la pobreza tiene rostro de mujer", ya que más del 70% de los pobres del planeta son mujeres. Ellas "sufren además marginación y discriminación" sobre todo en América Latina y El Caribe, donde las mujeres están empleadas en trabajos precarios y mal remunerados en comparación con los hombres.

La dificultad aumenta cuando se trata de zonas rurales, sobre todo, si predomina la población indígena, ya que así la discriminación sufrida sería triple: "por ser mujer, por ser pobre y por ser indígena".