El trabajo, presentado durante la Conferencia Internacional "Participación en la Vida", celebrada en la República Checa este fin de semana, tenía como objetivo valorar el impacto de la enfermedad en quienes lo padecen para determinar en el futuro las necesidades de estos pacientes.

Los responsables el trabajo detectaron que las personas que sufren Parkinson tienen dificultades para llevar su vida diaria y no están pudiendo satisfacer sus necesidades más cercadas.

El temblor es uno de los síntomas de la enfermedad más angustioso para el afectado. El 78% de los pacientes que participaron en el estudio lo califican de molesto y fastidioso. Caminar con problemas y dificultad para mantener el equilibro son síntomas destacdos por el 76%.

También detectan que 3 de cada 5 pacientes señalaron que elcontrol de los síntomas de la enfermedad desapareció antes de tomar la siguiente dosis del tratamiento.

El estudio demuestra que las terapias tradicionales no son suficientes para controlar la enfermedad, por lo que aconseja promover la formación y educación en estrategias de convivencia con el Parkinson.