Según el sondeo, un 61% de los farmacéuticos afirma haber sentido inseguridad en alguna ocasión, un 15% reconoce sentir miedo con mucha frecuencia y un 5% dice que nunca ha sentido inseguridad.

El 60% de los entrevistados denunció la sustracción de dinero, mientras que un 20%, además de dinero, también denunció el robo de medicamentos.

Los actos delictivos en oficinas de farmacia no sólo se producen las noches en que la farmacia está cerrada, sino que también se ejecutan a plena luz del día, como afirman el 45% de los farmacéuticos. Un 6% reconoce haber sufrido atracos durante alguna guardia nocturna.

La inseguridad que sufre el sector ha llegado a tal punto, según los responsables del sondeo, que un 22% de los encuestados cree que debería estudiarse la posibilidad de que se les conceda permiso para disponer de un arma en la oficina de farmacia. De este porcentaje, un 7,5% está completamente de acuerdo con que se pueda utilizar.