Este dato se desprende de un estudio sobre la ansiedad de los universitarios españoles realizado por el doctor en Psicología José Manuel Hernández y patrocinado por Danone y Actimel.

La ansiedad se puede manifestar de tres formas: congnitivas (preocupación excesiva, pensamientos negativos sobre el examen, inseguridad), fisiológicas (disminución de defensas) o motoras (temblores o parálisis).

El perfil del universitario que siente niveles de ansiedad máximos ante los exámenes y que, por tanto, necesitaría ayuda profesional, es el de mujer, estudiante de Ciencias de la Salud, de entre 19 y 20 años y con inseguridad y una preocupación excesiva y pensamientos negativos ante las pruebas.

Según el doctor Rodríguez, uno de cada dos alumnos (53%) necesitaría una acción preventiva que le ayudará a afrontar la ansiedad producida ante los exámenes.

MUJERES PREOCUPADAS

Si se diferencia por sexos, el estudio concluye que la ansiedad en la época de exámenes tiene un grado de incidencia mayor en las mujeres. Tan es así, que el 85% de las universitarias serían potenciales receptoras de una intervención, frente a un 85% de los varones.

También se ven más afectados por la ansiedad los estudiantes de los primeros cursos, puesto que son más inseguros y están más preocupados por los resultados que obtengan en la carrera.

El doctor Rodríguez recomendó a los estudiantes universitarios que en los periodos de exámenes no estudien más de 8 horas al día y que no trastoquen los horarios de las comidas.

En este sentido, la doctora María José Roselló indicó que los universitarios deben prestar "mucha atención" a la alimentación, comer de manera "muy ordenada" y cinco veces al día, evitar los alimentos grasos y tomar muchas proteínas.

"Los estudiantes deben ser conscientes de sus propias capacidades y no querer ser Superman. Nadie puede estar estudiando 24 horas, ni cuidando a un enfermo de alzheimer 24 horas", subrayó.