Según María Victoria Arruga, directora del estudio, el primer objetivo es analizar los híbridos de la perdiz para clasificar cada una de las especies y subespecies y establecer la variabilidad genética que pueden presentar entre ellas y entre poblaciones distintas.

Los científicos de la Universidad de Zaragoza creen que encontrarán alteraciones importantes y problemas reproductivos en algunas poblaciones.

El trabajo permitirá evitar cruces que pueda dañar la pureza genética de las aves y facilitará la repoblación de determinadas zonas con ejemplares bien diferenciados genéticamente.

Los responsables del estudio consideran que sólo así será posible "establecer una defensa y conservación de esta especie cinegética, auténtica reina de la caza menor en España".

El análisis del DNA permite caracterizar las poblaciones y la exclusión de paternidad. Aunque nunca se ha realizado en la perdiz roja, sí lo han hecho en otras aves.