Así lo avanzó en una entrevista en Servimedia la rectora de la Universidad Villanueva, Carmen Fuente, que concretó que esa independencia permite a las universidades la “gestión” a nivel económico y de currículo. La diferencia entre la institución que dirige y el resto, aseguró, son los “grupos reducidos”, de unos 50 alumnos por grupos, una mayor plantilla de profesorado y unos “recursos más accesibles a los estudios”.

En esta nueva etapa como centro independiente, y con 2.650 alumnos matriculados, la institución seguirá ahondando en su enfoque centrado en la humanización del cuidado.

Y lo hará, según Fuente, con la apertura en otro campus que se añade al tradicional de la zona norte de Madrid, en Mirasierra. “En el próximo curso abrimos un nuevo edificio en Pozuelo de Alarcón donde estarán la Enfermería y Fisioterapia. Vamos creciendo y necesitamos más espacio”, anunció.

Posteriormente la institución también lanzará un grado de Matemática aplicada y que se vincule con los desarrollos informáticos, área, junto a la biosanitaria, en la que la Universidad Villanueva también tiene “intención de crecer”.

DISCAPACIDAD

Superando esa línea del cuidado de las personas, la Universidad Villanueva también presume de la atención a la diversidad y la lucha por la inclusión. Un ejemplo de ello es el Servicio de Atención a Estudiantes con Discapacidad y otras Necesidades Educativas (Saedyne), que tiene como objetivo promover una atención personalizada a estos estudiantes desde el momento de la solicitud de admisión en cualquiera de las titulaciones, tanto de grado como de posgrado, que asegure una educación universitaria de calidad, cumpliendo con los principios de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal.

Según indicaron desde la Universidad a Servimedia, el servicio ha atendido a casi 120 alumnos, y se basa en tres programas: Orientación educativa, Formación y sensibilización, y Accesibilidad y Participación.

Además, la Universidad Villanueva colabora con entidades sociales como el Comité Español de representantes de personas con Discapacidad (Cermi), con el que lleva varios años trabajando. En este punto, Fuente destacó especialmente el trabajo que hacen los alumnos de la Clínica jurídica, que recientemente han trabajado un capítulo para un libro del Cermi sobre derechos humanos y discapacidad. “A los alumnos les encanta y les ayuda a entender para qué y a quién sirve lo que están aprendiendo”.

Además de 1.200 convenios con empresas y entidades para prácticas y otras redes que ha ido trazando la Universidad, la Villanueva también apoya a sus alumnos con diferentes becas y ayudas. Su rectora, que apenas lleva medio año en el cargo, destacó en Servimedia que "más del 60% de los estudiantes cuentan con algún tipo de ayuda, de diverso tipo, desde la gratuidad total para expedientes extraordinarios" a otro tipo de apoyo económico "para quienes no tienen tanta capacidad de brillar" pero por su contexto familiar o social precisan un respaldo.

Según dijo, se busca un "equilibro entre premiar el mérito y potenciar a quienes necesitan ayudas". Este curso que acaba de finalizar, remarcó, se han distribuido "casi 2,5 millones de euros en ayudas" entre los estudiantes.