Las aulas quedaron vacías en gran prte del Estado y decenas de miles de personas participaron en las manifestaciones celebradas en las principales ciudades.

Según las centrales sindicales, se cumplieron sus pronósticos y en torno al 90% de los 100.000 profesores y personal de administración y servicios llamados a la protesta no acudieron a sus puestos de trabajo.

El Ministerio de Educación rehusó ofrecer datos de seguimiento y se remitió a los asistentes a las manifestaciones, que cifró en sólo un 1,57% del total de convocados. Ensus cuentas, el Gobierno incluyó a los alumnos de enseñanzas medias, a quienes el Sindicato de Estudiantes pidió que se sumaran a la protesta de hoy.

De acuerdo con los organizadores, unas 200.000 personas salieron a la calle en todo el país para expresar su desacuerdo con la reforma universitaria. Aseguraron que unas 50.000 personas participaron en la manifestación de Madrid, 40.000 en Barcelona, 30.000 en Sevilla y 20.000 en Valencia. El ministerio rebajó estos datos y habló de unos 7.000 en Madridde "cifras análogas" en otras grandes ciudades, según dijo en rueda de prensa el secretario de Estado Julio Iglesias de Ussel.

En la protesta de la capital, que discurrió sin incidentes, asistieron representantes sindicales, políticos y de las universidades. En la cabecera de la marcha pudo verse al líder de CCOO, José María Fidalgo; el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, y la secretaria de Educación del PSOE, Carme Chacón. También estuvieron el rector de la Universidad Carlos III y ex presidente dl Congreso, Gregorio Peces-Barba, y el de la Autónoma, Raúl Villar.

RETIRADA INMEDIATA

La manifestación estuvo presidida por una gran pancarta en la que se podía leer: "Universidad pública y de calidad. No a la LOU". La marcha concluyó ante la sede del Ministerio de Educación con gritos a favor de la dimisión de la titular de este departamento, Pilar del Castillo, y con la lectura de un manifiesto por una estudiante.

El escrito exigió al Gobierno la "retirada inmediata" del proyecto de ley de Uiversidades "y la apertura de un proceso realmente participativo de negociación con los sindicatos y con la comunidad universitaria".

Según el manifiesto, la ley que pretende imponer el PP con unas "prisas injustificables" ha provocado el rechazo de "la inmensa mayoría de la comunidad universitaria", porque atenta contra la autonomía universitaria, carece de financiación para su puesta en práctica y "deja campo libre a la actuación de las universidades privadas, en especial a las impulsadas por la Iglsia católica".

José María Fidalgo (CCOO) emplazó al Gobierno a que aproveche la tramitación del proyecto en el Senado para mejorar su articulado, especialmente en lo que tiene de atentado contra la autonomía universitaria, que es "una conquista de todos los demócratas".

Jesús Ramón Copa, secretario de Enseñanza de UGT, recordó al Ejecutivo que tiene la "última oportunidad" para rectificar un proyecto que no acepta la mayoría de la comunidad universitaria.

Gregorio Peces-Barba señaló que el sguimiento de la huelga "demuestra que no estábamos equivocados" quienes se oponen a la reforma de Del Castillo. Para Raúl Villar, el Ejecutivo tiene que enmendar en la Cámara Alta una norma que debería contar con un respaldo amplio de la comunidad educativa.

Miriam Municio, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, se felicitó por el "éxito indudable" de la huelga y por la confluencia en unidad de acción de sindicatos de profesores y alumnos.

La socialista Carme Chacón y el líder de IU, Gapar Llamazares, coincidieron en señalar que la reforma será "papel mojado" si el Gobierno se empecina en no consensuarla.

SOLO EL 1,57%

Por el Gobierno, el secretario de Estado de Educación, Julio Iglesias de Ussel, compareció ante los medios informativos para poner en entredicho el apoyo a la huelga.

Aunque declinó hacer balance del seguimiento en los campus, destacó la cifra de participantes en las manifestaciones, que cifró en una media del 1,57% del total de alumnos, profesores y personal aministrativo y de servicios llamados a la protesta.

El "número dos" de Educación sostuvo que la protesta no tiene razón de ser, porque el proyecto de ley no atenta contra la autonomía universitaria, ni daña las competencias autónomicas ni recorta la participación dela comunidad escolar en los órganos de gobierno, como denuncian los convocantes.

Afirmó que el Gobierno ha mantenido un diálogo "intenso" con todos los sectores y lo continuará en el ámbito parlamentario mientras dure el paso del proyeto por el Senado. Sin embargo, no quiso aventurar las nuevas enmiendas que podría aceptar el PP e insistió en que el proyecto ya ha logrado un apoyo mayor que la LRU de 1983, además de tener el respaldo de muchas asociaciones de profesores y "múltiples" colectivos estudiantiles.

En cuanto a los rectores, indicó que también en este colectivo no hay una voz única y puso de relieve que de los seis rectores de la Comunidad de Madrid, sólo dos estuvieron en la manifestación.

Preguntado si la ley se porá llevar a la práctica ante el actual escenario de rechazo, Iglesias de Ussel comentó que en un estado democrático, las leyes están para cumplirlas y así ocurrirá con ésta. La huelga de hoy tendrá su continuación el próximo día 14 con un paro de alumnos.