La carta, que la Unión Romaní pretende hacer llegar al primer ministro checo, Milos Zaman, denuncia que el alcalde de esta ciudad, Ladislav Hrusta, "al amparo de las consignas de 'tranquilidad y orden' -conseguidas con la violación de los derechos humanos más elementales- condena a la marginación y a la destrucción social a los gitanos del ugar".

En la misiva, facilitada a Servimedia, la Unión Romaní considera que la permanencia de este muro "constituye una grave afrenta no sólo contra los gitanos de Usti Nad Laben, sino contra todos los gitanos de Europa", por lo que anuncia que acudirá al Parlamento Europeo, la Comisión, el Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para que exijan su demolición inmediata.

Asimismo, indica que "la comunidad gitana europea está extraordinariamente alarmda por los ataques salvajes que muchos gitanos checos sufren a manos de grupos radicales, de clara trayectoria nazi, que, en ocasiones, cuentan con la connivencia o la inhibición de fuerzas de orden público".

"Los gitanos españoles sabemos que nuestros hermanos de Chequia ocupan el último lugar en el disfrute de los bienes que la sociedad de su país produce", prosigue la misiva. "Tanto la educación como el índice de vida de los gitanos checos están muy por debajo de la población no gitana en general, ientras que el porcentaje de paro entre los gitanos es veinte veces mayor".