Este acuerdo abre el camino para la adopción de un plan de acción europeo qe permita instalar tecnologías "amigas del medio ambiente" y un incremento de la eficiencia de la energía.

La adopción de las medidas reflejadas en el comunicado contribuirá a que la Unión Europea pueda cumplir con sus compromisos adoptados en el Protocolo de Kyoto. Según Christos Papoutsis, comisario europeo encargado de Energía, el objetivo de esta iniciativa es conseguir un uso más racional de los recursos energéticos.

Actualmente, la intensidad con que Europa utiliza su energía se reduce un 06% cada año. Con las nuevas propuestas se espera alcanzar una reducción de un 1,6%.

La medida da prioridad a la renovación del sector constructor, que usa un 40% de la energía total. Nuevos equipos y nuevos acuerdos con los fabricantes serán los métodos para conseguir estos objetivos.