Las dos organizaciones alertan sobre una compra "irreflexiva" de aparatos, que genere "la consiguiente frustración por la imposibilidad de acceder a la señal por falta de adecuación de la instalación, o por no contar con la mayor parte de las prestaciones de nueva generación que se irán incorporando a lo largo de los próximos años".

También subrayan que la gran demanda que se va a producir estas Navidades facilita la salida al mercado de equipos de baja calidad cuyas prestaciones y rendimiento pueden ser muy limitados e inadecuados para una correcta recepción de la señal de TDT, además de supuestas alternativas individuales a la más compleja adaptación de las comunidades de vecinos que pueden resultar claramente insuficientes, o instalaciones de antena realizadas por personal sin la cualificación o los medios adecuados.

Por ello, la UCE y FAITEL quieren trasladar un mensaje claro a los consumidores para que adopten su decisión adecuadamente informados "y sin dejarse deslumbrar por la avalancha de mensajes lanzados en las últimas semanas".

Igualmente, recuerdan que los servicios de la Sociedad de la Información, como los interactivos, el acceso a Internet a través del televisor, etc. no se encuentran aún disponibles y se irán implementado a lo largo del período de implantación. Aun así, cuando estén en funcionamiento, se deberá contar con decodificadores que permitan acceder a los mismos.

La recepción de la señal de TDT sólo es posible dentro de las denominadas zonas de cobertura, por lo que no habrá posibilidad de recibir la señal fuera de ellas, y pudiéndose dar situaciones de incertidumbre en las zonas limítrofes de las mismas.

Antes de adquirir cualquier equipo, debemos cerciorarnos de que nuestra antena se ubica dentro de la zona de cobertura.

En caso de estar en una zona limítrofe, habrá que asesorarse con profesionales o, esperar a la futura y progresiva ampliación de las zonas abarcadas por la señal digital.

La recepción de la TDT se efectúa a través de la antena de TV convencional, individual o comunitaria, siempre que se encuentre en buenas condiciones o sea convenientemente adaptada por lo que lo primordial es contar con una adecuada instalación de antena antes de adquirir cualquier equipo decodificador.

La adaptación de la antena debe hacerse por empresas instaladoras de telecomunicaciones homologadas, que deben presentar un estudio técnico, junto con el presupuesto. Es conveniente solicitar más de un presupuesto y exigir, en todo caso, el boletín de instalación, el protocolo de prueba que verifique el buen funcionamiento de la instalación, y, por supuesto, la factura como garantía de la operación.

En caso de que la comunidad no se decida a realizar la adecuación de la instalación, las antenas interiores no son una panacea para resolver el problema particular, ya que el nivel de recepción es inferior al de las exteriores y, en muchos casos, no van a tener capacidad para recibir y transmitir el nivel de señal necesario con lo cual podríamos hacer un gasto absolutamente inútil.

El decodificador constituye el último eslabón de la cadena de equipos preciso para recibir la TDT, y existe una amplia gama de aparatos en el mercado que pueden satisfacer diferentes niveles de exigencia en cuanto a las prestaciones. En cualquier caso, hay que desconfiar de las ofertas excesivamente baratas porque pueden no responder a los requisitos mínimos para obtener una adecuada captación. Si la instalación de la antena es adecuada y el decodificador no capta y permite ver los canales, deberemos exigir la devolución de su importe por falta de conformidad.