En una entrevista en TVE Catalunya recogida por Servimedia, Asens apuntó que, si se confirma que Marruecos espió a Sánchez, “eso debería permitir reformular el acuerdo al que se llegó con Marruecos” y se preguntó si los datos robados a Sánchez “tienen algo que ver con el cambio de posición del Gobierno sobre el Sahara”. “Es una pregunta legítima”, justificó, apuntando que los datos extraídos “podrían servir para hacer chantaje al Gobierno”.

En todo caso, postuló que “ya ha habido una injerencia externa y es la de Israel”, y que ello “debería tener consecuencias”. Argumentó que NSO Group, la desarrolladora y propietaria del programa de espionaje Pegasus, “es una empresa privada pero bajo supervisión del Gobierno de Israel”, que sabe quiénes son los clientes del software y es el que autoriza las ventas del mismo.

“El Gobierno de Israel podría estar detrás de este espionaje”, deslizó, algo que a su juicio “permitiría hacer una llamada a consultas al embajador”. Además, constató que quien ejecuta el espionaje no son funcionarios públicos, sino trabajadores de una empresa privada, no europea, de quienes no se sabe cómo custodian los datos ni si los borran o no.

A nivel estrictamente nacional, Asens reiteró la tesis de Unidas Podemos de que “llegará un momento en que habrá que tomar medidas para que no vuelva a pasar y se depuren responsabilidades políticas”, pero, dentro de la ambigüedad que está practicando el espacio confederal, aseguró no haber “pedido en ningún momento de forma explícita la dimisión” de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Ayer, el portavoz de UP, Pablo Echenique, se limitó a espetarla en la comisión del Congreso que sabía lo que tenía que hacer.

Eso sí, Asens reconoció que no les han “faltado en determinados momentos motivos para pedir la dimisión de algún ministro del Partido Socialista”, y que no les “gusta cómo está gestionando la ministra Robles” el tema del espionaje, sólo que “formamos parte del Gobierno y no podemos pedir la dimisión de Margarita Robles” y “si no lo decimos es por el sentido de responsabilidad que tenemos”. Pero a la vez admitió que “antes de decir quién debe dimitir tenemos que saber lo que ha pasado”.

Finalmente, el presidente de Unidas Podemos mantuvo la conjetura de que el espionaje al independentismo podría haberlo hecho el CNI o “elementos descontrolados”que pudieran actuar contra el Gobierno de coalición y a favor del PP. E insistió en reclamar al PSOE que desclasifique los secretos y “dejar de seguir bloqueando la reforma” de la ley del CNI.