En su intervención en la comparecencia de Sánchez ante el Congreso para exponer el último Consejo Europeo y su “nueva etapa” con Marruecos, empezó criticando al presidente de Vox, Santiago Abascal, por defender una soberanía alimentaria española y luego votar contra la venta a pérdidas de los agricultores. Seguidamente aseguró que mucha gente se pregunta ahora cómo frenar a Vox y su eventual entrada en el Gobierno.

Él sugirió hacerlo evitando “blanquear al Partido Popular”, porque “voces de extrema derecha” también las hay en el PP, con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “a cuatro cervezas de ponerse a quemar libros”, y el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, fue el primero en ser investido con los votos de ese partido. “Tender la mano a Feijoo es darle alas a Abascal”, sintetizó.

A nivel programático, instó al PSOE por gobernar de forma distinta a como lo hacen el PP y Vox, y afirmó que en todos los temas tratados por Sánchez se debe hacer algo diferente a lo que harían ellos. Aquí insistió en la autodeterminación del pueblo saharaui, ”el pueblo agredido”; recordó que la posición similar de EEUU la fijó su expresidente, Donald Trump, y tendría el efecto de “cortarle el paso a la ciudadanía” porque “la gente de izquierdas sentiría que el Gobierno de coalición está a la altura de lo que han votado”.

Y, sobre la OTAN, admitió que “es entendible” el debate sobe incrementar el gasto militar, pero puntualizó que también lo exigió Trump en su mandato, y reiteró la posición de Podemos partidaria de destinar el presupuesto a temas sociales. Según dijo, la situación geopolítica es que EEUU va a perder su hegemonía en favor de un esquema más multilateral, por lo que preguntó si la UE “debe poner todas sus acciones en una alianza militar que está claramente subordinada a los intereses de EEUU”, cuando Trump podría ganar las próximas elecciones y volver.

Echenique defendió esta posición pese al ”furor macartista”, en el sentido de anticomunista por el senador norteamericano Joseph McCarthy, de muchos medios de comunicación que atacan al espacio confederal, y aseguró que esta apuesta pacifista también serviría para frenar la subida de la derecha en las encuestas.

Por último, se congratuló de la bajada de la tarifa eléctrica, pero pidió otras medidas, como las ya verbalizadas esta semana por Podemos de incrementar un 40% el umbral para acceder al bono social, fijar en 10 euros el abono transportes y subir un 15% las pensiones mínimas desde este mes de julio. Para pagarlo, retomó los tradicionales impuestos a las grandes fortunas, que el PSOE tumbó ayer junto al PP y Vox, y de Sociedades a las grandes eléctricas. Así, en general, llamó a "gobernar con valentía" porque, aseguró, “ésa es la mejor manera de frenar a la extrema derecha”.