Así lo expuso en declaraciones en el patio del Congreso de los Diputados el presidente del grupo parlamentario y diputado de En Comú Podem, Jaume Asens, quien se reunió junto a sus compañeros Pablo Echenique y Enrique Santiago con Aragonès en la Cámara Baja, para comentar las revelaciones sobre el espionaje a independentistas catalanes con el programa Pegasus, al que sólo pueden tener acceso los gobiernos e instituciones estatales.

En cualquier caso, Asens atestiguó no haber “tenido la sensación de que estuviera en riesgo la estabilidad de esta legislatura”, apelando a que el presidente catalán afirmó que las relaciones de confianza están “dañadas” y “no rotas”. Según dijo, “romper esas relaciones es lo que querrían precisamente esas cloacas del Estado”, y el espionaje “va en contra de los intereses y del espíritu de este Gobierno”.

Asens describió el tema como “el caso de espionaje masivo de mayor envergadura en la Europa contemporánea”, y dijo no compartir la opinión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, de que “las víctimas tienen que aportar pruebas”, pues a su juicio éstas “son más que suficientes para que haya una respuesta más clara” y exigen “una actuación contundente”.

EL PP, DEFENSA E INTERIOR

Ahora bien, acotó que “este escándalo tiene que ver sobre todo con el PP”, pues el programa Pegasus se compró cuando era ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, y “la pregunta es hasta cuándo han seguido estos elementos activos”. Para aclarar esto último, se remitió a Defensa e Interior, que “son los que deben dar explicaciones” porque “son ellos los que pueden tener acceso a información” que no llega a Unidas Podemos pese a compartir Gobierno.

Antes que él, Echenique afirmó que en Unidas Podemos salían de la reunión “aun más preocupados que antes”, al conocer hasta dónde alcanza el nivel de espionaje de Pegasus y que el teléfono móvil de Aragonès sufrió un intento de acceso del programa durante la moción de censura que destituyó al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

El portavoz del grupo constató que este espionaje se debió a “motivos políticos e ideológicos, no de seguridad nacional”, algo “incompatible con una democracia liberal”, y barajó dos opciones: que “se haya llevado a cabo de manera ilegal”, y por tanto los ministerios de Defensa e Interior “deberían depurar responsabilidades”, o que “se haya hecho con cobertura legal”, es decir, con autorización de un juez, lo cual exigiría “como mínimo pedir perdón a las personas afectadas y garantizar que esto no vuelve a ocurrir”.

Echenique deseó que los ministerios afectados “se tomen en serio un tema que afecta no sólo a los independentistas sino a la calidad democrática” de España, porque, si este tipo de prácticas se permiten, entonces “no vivimos en una democracia completa”.