En un comunicado, la agencia de la ONU para la infancia explica que la mayor parte de la población rural de Níger, afectada por la pobreza, tiene serias dificultades para acceder a alimentos básicos.

Unicef calcula que en los departamentos más afectados (Tahoua y Maradi) las tasas de malnutrición aguda se sitúan en torno al 2,4% y el 2,9% de la población, unos índices comparables con los de las zonas de conflicto y las peores emergencias del mundo.

Después del primer llamamiento de emergencia de las Naciones Unidas, emitido en mayo por un valor de cerca de un millón de euros, ha llegado el momento de incrementar la petición, para poder atender a los miles de niños, concluye la agencia.