La campaña, que pretende llegar a más de 4 millones de personas, suministra ayuda de emergencia y servicios de rehabilitación, incluido alimentación, atención saitaria básica, ayuda y saneamiento ambiental, medidas para mejorar la seguridad alimentaria doméstica, refugio, educación básica y cuidado especial para los niños afectados por la guerra.

Según datos de Unicef, Sudán afronta su mayor crisis humanitaria desde hace diez años. De los 27 millones de sudaneses cerca de un 60 por ciento vive en la pobreza y 1,2 millones de personas necesitan ayuda urgente, un 20 por ciento son niños menores de 5 años.

Durante los meses de mayo y junio, Unicef realizó u estudio sobre el estado nutricional de los niños en 12 localidades bajo el dominio rebelde. Los estudios revelaron que un 50,9 por ciento de los niños estaban malnutridos, de ellos, el 19,8 por ciento sufrían malnutrición grave.

Del 27 de julio al 1 de agosto, Unicef ha llevado a cabo una campaña de vacunación contra el sarampión, que amenaza de muerte a más de 240.000 niños de la región de Bahr el Ghazal. El sarampión, representa un riesgo constante para los niños malnutridos.

El objetivo de esa campaña ha sido vacunar a 200.000 niños entre 6 meses y 5 años. Cada uno de ellos ha recibido a su vez una dosis de Vitamina A que refuerza su inmunidad frente al sarampión. La campaña se ha centrado en aquellas áreas de Bahr el Ghazal donde se concentran grandes cantidades de población, donde hay un mayor riesgo de epidemias, aunque está previsto continuar esta campaña en otras áreas dependiendo de la seguridad.

Las actividades de ayuda humanitaria en Sudán están siendo lideradas por Naciones Unida a través del Programa Mundial de Alimentos y del Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).