Según comunicó hoy la entidad, esta contención del beneficio se debió principalmente a las dotaciones a provisiones realizadas por valor de 318,7 millones, un 82% más que las efectuadas en el ejercicio precedente.

No obstante, el resultado recurrente de la actividad puramente bancaria aumentó un 1%, hasta los 252 millones de euros.

El margen ordinario creció un 8,6% hasta alcanzar los 1.031,7 millones de euros, mientras los gastos de explotación registraron una subida del 3%. Por su parte, el margen de explotación fue de 596,3 millones de euros (+13,1%).

El índice de morosidad subió hasta el 2,18%, desde el 0,62% del ejercicio precedente, que resulta un 42% inferior a la morosidad media del sector. La tasa de cobertura de la morosidad fue del 151%.

El crédito con garantía hipotecaria fue el que reflejó un mayor incremento a lo largo del ejercicio 2008, un 6,7% mas. En cuanto al volumen de negocio, la inversión crediticia alcanzó los 25.423 millones de euros, con un crecimiento del 3,4% sobre el ejercicio 2007.

Por su parte, el coeficiente de capital básico o core capital se sitúa en el 10% y el nivel de apalancamiento o ndeudamiento es del 12,8%.

La caja, que afrontará un proceso de fusión con Caja Castilla-La Mancha, afirma que cuenta con una "holgada posición de liquidez".