Según Unespa, el reto del sector asegurador de cara al futuro es proveer una oferta de productos aseguradores que se ajuste en la mayor medida posible a las demandas de las personas con discapacidad y sus familias, mediante el desarrollo de soluciones adaptadas a dicho colectivo.

La elaboración de una Guía, a la que las entidades se pueden adherir de manera voluntaria, puede ser un instrumento muy adecuado para ir dando pasos en la consecución de dicho objetivo.

En este sentido, se consideran buenas prácticas en materia de discapacidad las acciones para facilitar el acceso al servicio a las personas con discapacidad; formar a las redes comerciales de las entidades aseguradoras en materia de discapacidad y favorecer medidas de transparencia.

Asimismo se persigue participar en iniciativas sectoriales dirigidas a obtener datos actuariales y estadísticos pertinentes y fiables respecto de las principales discapacidades y facilitar que las personas con discapacidad puedan hacer uso del servicio, una vez contratado el seguro.

A partir de ahora, las entidades aseguradoras podrán ir adhiriéndose voluntariamente a esta iniciativa, que junto a la de Transparencia, Gobierno Corporativo, Publicidad y Control Interno, constituyen las cinco guías de autorregulación del sector asegurador cuyo objetivo común es expresar un compromiso sectorial superior a lo que establecen las propias normas regulatorias.

La elaboración de esta guía era uno de los compromisos adquiridos por Unespa con la firma de un convenio de colaboración con el Cermi y la Fundación ONCE.