Geneviève Chavet, que sufre movilidad reducida desde 1993 y precisa silla de ruedas, realiza de forma habitual el trayecto entre París y Orange, gracias a la ayuda de los empleados de la estación y algunos viajeros para subir y bajar de los trenes, ya que esta última parada no es accesible. Sin embargo, el pasado 11 de mayo el personal de la estación de Orange se negó a ayudarle a cruzar las vías.

La SNCF ha distribuido un comunicado entre sus trabajadores, en el que les advierte de que "prestar ayuda en actividades peligrosas, como cruzar las vías, será su responsabilidad, y les indica que, en última instancia, deberán ser los bomberos quienes auxilien a los usuarios de sillas de ruedas en esa situación."

La directiva de la empresa ferroviaria se ha defendido de esta acusación subrayando que las personas con problemas de movilidad reducida deben indicar su situación en el momento de realizar la reserva de billetes, para que les indiquen la estación accesible más cercana a su lugar de destino.

También han anunciado que proyectan poner en marcha un servicio de transporte que vaya a recoger a los usuarios con discapacidad a su domicilio.

La red de ferrocarriles gala cuenta en la actualidad con 250 estaciones accesibles para las personas con movilidad reducida, una cifra que esperan triplicar durante los próximos diez años.