Algunos de los datos del estudio revelan que el 80 por ciento de los comerciantes encuestados, unos 3.000, tiene previsto reducir plantilla. Además de los impuestos, este coectivo también ve en la implantación creciente de grandes superficies otros de sus principales problemas.

Según explicó el presidente de la Agrupación de comerciantes, Joan Parcerissas, unos 40.000 trabajadores del sector podrían quedarse sin trabajo como consecuencia de los cierres de establecimientos.

Los pequeños comerciantes de Barcelona y de las poblaciones de su área metropolitana han detectado, según se desprende del estudio, que la demanda de consumo ha decrecido en un 15 por ciento respeto al año anterior a causa de la recesión económica. En su opinión, las ventas de Navidad no compensarán las pérdidas generadas a lo largo del año.

Parcerissas aseguró que los sectores más afectados por la crisis de comercios son las tiendas de ropa y aquellas cuyos propietarios son de edad avanzada y no tienen posibilidad de continuidad.

La Agrupación de comerciantes de Cataluña ha solicitado a la Administración central la reducción de la presión fiscal, y concretamente la del impuesto sobre actvidades económicas (IAE), mientras que a la autonómica ha pedido una política de urbanismo comercial y de promoción del consumo.