Los arrestados son Rodrigo Henao Londoño, de 56 años; César Julio Mancera Reyes, de 42; María Fabiola García Jaramillo, de 43; Doris Rodríguez Sáez y María Emilia Montenegro Aragón, de 35 y 26 años respectivamente. Todos pasaron hoy a disposicióndel Juez de Guardía.

A raíz de la detención, hace diez días, de nueve personas y la incautación de más de dos kilos de cocaína, la Policía obtuvo informaciones sobre otro grupo de colombianos implicados supuestamente en delitos de narcotráfico. Los ahora detenidos desaparecieron tras aquella acción de los agentes, pero volvieron a su actividad pocos días después.

A partir de entonces, fueron sometidos a una estrecha vigilancia, y los policías lograron averiguar que uno de los supuestos narcotrafiantes, Cesar Julio Mancera, tenía como "tapadera" una sociedad ficticia de inversiones, denominada "Pagoma", con domicilio social en el número 297 de la calle Bravo Murillo.

El pasado jueves, día 27 de agosto, los investigadores interceptaron en la calle Magdalena a Rodrigo Henao y a Doris Rodríguez, "correos" de la organización, cuando el primero entregaba a la segunda en envoltorio con un kilo de cocaína.

En horas sucesivas, hubo registros en los domicilios de esa pareja, así como en el de Juli Mancera -con un antecedente por el mismo tipo de delito y una reclamación judicial en vigor-, así como en la residencias de María Fabiola García y María Emilia Montenegro, supuestas organizadoras del grupo delictivo.

Las inspecciones concluyeron con la incautación de un kilo de cocacína, joyas de oro y piedras preciosas, dos millones y medio de pesetas, 4.000 francos franceses (76.000 pesetas), tres abrigos de visón, procedentes de un robo con fuerza; dos teléfonos portátiles y actas notariales, tramtadas con documentación falsa de la antes mencionada entidad fantasma.

A la acusación de narcotráfico hay que añadir la de estafa a la compañía Telefónica por parte de Julio César Mancera ya que, según la investigación, había contratado a nombre de "Pagoma" una veintena de líneas telefónicas que, al parecer, ha explotado como locutorio clandestino.