La senadora considera que el principio de igualdad y no discriminación por razones de sexo, raza y religión quedó consagrado en la Constitución, mandato que reconoce el ordenamiento jurídico plasmando en toda la legislación española la igualdad entre ambos sexos.

Este principio de igualdad, rcuerda, se refleja en la posibilidad de acceso de las mujeres a cualquier profesión o carrera que anteriormente quedaba vedada a las mujeres españolas, impidiendo por ejemplo que hicieran la carrera militar.

La senadora considera que si la mujer tiene acceso a la carrera militar y a ocupar cargos de responsabilidad dentro de las Fuerzas Armadas, parece poco coherente que no sea requerida para cumplir el servicio militar o la prestación social sustitutoria, del mismo modo que cualquier varón.

Por llo, la parlamentaria solicita al Gobierno que exponga los motivos por los que la obligatoriedad del servicio militar no se ha hecho extensiva a las mujeres, si bien matiza que a su juicio existen otros terrenos en los que la equiparación de hombres y mujeres es más urgente.