Las zonas más afectadas son el valle de Río Amarillo o Huang He (al norte), la isla de Haïnan (al sur) y el litoral del Golfo de Bohai (al noreste), donde este tipo de insectos rarmente se ve.

La situación es particularmente alarmante en Xinjiang (noroeste), donde la densidad de los insectos es tal que no es posible caminar sin pisarlos. La plaga llegó a la región a través del país vecino de Kazajistán, según el Ministerio de Agricultura.

Las autoridades han rociado con insecticida cerca de 250.000 hectáreas de tierra sin cultivar, donde los saltamontes se reproducen rápidamente, y prevén tratar otras 600.000 hectáreas más en los próximos 30 días.

Según el diario "Chia Daily", la invasión ha estado favorecida por la sequía, acompañada de tormentas de arena que castigan desde hace tres meses a una veintena de provincias chinas, con una extensión similar a la del Reino Unido. El terreno seco es propicio para la proliferación de los saltamontes.