El caso se inició el pasado 30 de octubre, cuando un vecino serbio-kosovar de la aldea de Dreja presentó denuncia por robos con intimidación en su propia casa, al destacamento español de Zlokucane, de la Tercera Compañía del Grupo Táctico "Tizona", que inmedatamente montó un dispositivo de vigilancia de la vivienda del denunciante.

Esa misma noche, los legionarios sorprendieron en las inmediaciones de la casa a un hombre de unos 70 años, con un fusil de asalto SKS, con bala en la recámara, y a un automóvil con otros tres hombres dentro, uno de ellos armado con una pistola, que resultaron ser hijos del primero, y procedieron a su detención.

Al registrar el domicilio de la familia detenida, los legionarios encontraron un fusil de asalto, 7 granadas demano y de fusil, una granada contra carro, 253 cartuchos de fusil de 7,90 mm, y otros 858 de 7,62 mm.

Los detenidos fueron entregados a la unidad del GAR de la Guardia Civil, que forma parte del contingente español, en calidad de Policía Militar, para que instruyera las oportunas diligencias. Por datos surgidos de los interrogatorios, se logró encontrar el escondite de los objetos robados, entre los que se recuperaron incluso algunos del denunciante.

La banda familiar es albano-kosovar y, según tdos los indicios, se dedicaba al robo mediante la amenaza de sus armas, en domicilios de familias serbio-kosovares, suponiendo que los miembros de esta minoría no tendrían a quien denunciar los delitos de los que son víctimas, ni nadie acudiría a protegerles.

Al día siguiente de las diligencias, la Guardia Civil puso a los acusados a disposición judicial en Pec, decretando el juez prisión preventiva para todos ellos, que actualmente se encuentran a la espera de juicio.