Según declaró Diana Sutton, miembro e esta organización en Bruselas, al periódico "European Voice", los niños son "virtualmente invisibles" para la Unión Europea.

El único programa comunitario específico para los menores es DAPHNE, que está diseñado para combatir la violencia contra los menores y las mujeres. Los proyectos para el primer año del programa incluyen iniciativas contra el abuso de drogas ilegales y alcohol, la pornografía infantil en Internet, teléfonos de ayuda y la prevención del castigo corporal.

Sin embargo, los acerdos para este programa han estado atrasados durante ocho meses este año debido a las disputas entre los Estados miembros sobre la base legal de la UE para realizar las acciones. La falta de base legal también ha sido un impedimento para que el pasado mes de junio se aprobara un presupuesto especial destinado a políticas para las familias.

En este sentido, las organizaciones no gubernamentales han asegurado que mientras la UE ha tomado en consideración las necesidades específicas de mujeres y discapaitados, no actúa directamente para las de los niños, ya que, hasta ahora, sólo se incluyen en las políticas para familias.