UNA NRMATIVA ACUSTICA LIMITARA EL NIVEL DE SIRENAS Y ALARMAS EN LAS GRANDES CIUDADES

MADRID
SERVIMEDIA

Técnicos de la Diputación de Barcelona, de los ayuntamientos de Madrid, Sevilla, Zaragoza y Bilbao, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Valencia han concluido la elaboración de una nueva normativa acústica que regulará el volumen de ruido producido por las alarmas y sirenas en las ciudades.

La ordenanza regula los sistema de alarmas, tanto lasque emiten señales sonoras al exterior como al interior y a centrales de recepción, así como las sirenas de vehículos de servicios urgentes.

Según la normativa, las alarmas exteriores podrán emitir un máximo de 85 decibelios a tres metros de distancia, lo que significa una reducción media de 10 decibelios. Su ciclo de funcionamiento quedará fijado en 60 segundos.

Asimismo, se autoriza la repetición de la señal de alarma sonora un máximo de dos veces, separadas cada una de ellas por un periodo mínmo de 30 segundos y un máximo de 60 segundos, produciéndose a continuación su desconexión automática.

Con esta medida se evitarán las molestias que producen las alarmas que funcionan en periodos de varias horas, según los técnicos en contaminación acústica.

DATOS DEL PROPIETARIO

Para dar el visto bueno a la instalación de una alarma, los funcionarios municipales exigirán el nombre y la dirección postal y telefónica del responsable de su control y desconexión.

En cuanto a las sirenas de losvehículos de servicios urgentes, su nivel máximo de emisión quedará limitado a 95 decibelios a siete metros y medio del vehículo, medidos en la dirección de máxima emisión.

La ordenanza autorizará niveles sonoros de hasta 105 decibelios, siempre que el sistema esté dotado de un procedimiento de variación de nivel de emisión directamente conectado al velocímetro del vehículo, de forma que estos niveles sólo se registrarán cuando se rebasen los 80 kilómetros por hora.

Las ambulancias sólo podrán utlizar las sirenas cuando el vehículo realice un servicio de urgencia desde el centro sanitario hasta el lugar donde recoja al enfermo o viceversa.

Esta limitación se traducirá en una disminución del uso de las sirenas de entre el 80 y el 90 por ciento, ya que se ha comprobado que su uso indebido perturba más a los enfermos que al público en general.

Antes de que entre en vigor, la ordenanza para controlar los ruidos de sirenas y alarmas deberá ser aprobada por los plenos municipales de los ayuntaientos que han trabajado en su redacción.

La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, destacó que, hasta la fecha, la normativa existente en materia de ruido sólo tenía en cuenta el mínimo de ruido que debía de hacer una sirena, mientras que ahora quedará regulado el nivel máximo.

"A partir de este momento", añadió, "creemos que se van a limitar mucho las frecuencias y las intensidades de las sirenas y alarmas, y los madrileños percibirán unos 20 decibelios menosy durante un tiempo máximo de 60 segundos".

(SERVIMEDIA)
21 Mar 1991
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