La mujer acusa a s esposo de tres violaciones consumadas, una frustrada, siete agresiones sexuales y un delito de violencia habitual sobre ella misma y los hijos de ambos.

El fiscal, en cambio, imputa al acusado un delito continuado de agresión sexual, dos de violación en grado de frustración y otro de violencia habitual, por los que solicita una suma global de 20 años de prisión.

Según ambas acusaciones, la víctima de estos comportamientos fue Verónica, quien en el momento de los hechos tenía entre 8 y 9 años de dad. Tanto la madre, como su madre y hermana, lo confirmaron en su declaración ante el tribunal, realizadas a puerta cerrada.

El ginecólogo que reconoció a la pequeña ha declarado hoy, sin embargo, que ésta no presentaba desgarro de himen ni señales o secuelas que revelaran la presencia de una violencia sexual sobre la menor.

El procesado por su parte ha negado todos los cargos y ha achacado la denuncia a la obsesión de su esposa por el sexo. Tanto él como otros testigos han asegurado que Carmen astaba cantidades astronómicas en alquilar vídeos pornográficos y que era despilfarradora a pesar de la precaria economía familiar.

En su declaración ante el juzgado, el acusado admitió algunos de los hechos, pero aseguró haberlos cometido por indicación de su propia mujer.

Algunos de los peritos han detectado rasgos de debilidad mental y paranoides en la personalidad de Valentín, quien ha estado ingresado en centros psiquiátricos en varias ocasiones. El juicio ha quedado hoy visto para sentencia